miércoles, 23 de septiembre de 2009

Plumas de fuego 4.1

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Capítulo 4.- Despierta, todo está cambiando (1ª Parte)

¿Te has encontrado alguna vez en la tesitura de no saber donde está la raya que separa la realidad de los sueños? ¿O viceversa? Y te hayas perdido en ese mundo donde tus sueños son demasiados reales o en el que la realidad es descomunalmente fantástica.
Es impresionante la sensación de conseguir algo después de haberlo deseado tanto, día tras día, una lucha constante, sin tregua, y al fin lo había logrado.
Ese beso que paró el tiempo, mucho más que un instante…
Una luz intensa y cegadora quebró la oscuridad del lugar, era tan poderosa que lograba traspasar mis párpados cerrados. Tuve miedo de que al abrir los ojos el ya no estuviese, que todo hubiese sido un bonito sueño y que despertara al hacerlo, que esa claridad solo fueran los rayos de un sol matutino traspasando los cristales de la ventana de mi habitación. Levanté lentamente los párpados pese a que la molestosa luz hacía que tuviera los ojos entornados y el entrecejo fruncido ante la imposibilidad de vislumbrar con claridad. Mis ojos, paulatinamente, se iban adaptando a las nuevas condiciones del escenario, cuando logré ver que Iker estaba a dos metros por encima de mí suspendido en el aire, con una luz brillante que envolvía su cuerpo dominándolo, y chillé; una fuerza invisible empujaba hacia mí y dificultaba mi respiración, tenía miedo, por mi, por él, y debería de haber salido corriendo de allí, debería haber tomado control de mi cuerpo el instinto de supervivencia, pero a medida que mis ojos se habituaron a aquel exceso de luz, todo lo que vi era maravilloso, impresionante, místico, mágico, pero perdí rápidamente el conocimiento.
Mi cuerpo de nuevo despertó cuando una ligera brisa cargada de arenilla la acarició posando sobre ella algunos gránulos. Cuando mis ojos le acompañaron, mi primera visión fue un cielo despejado, repleto de estrellas parpadeantes; miré hacia un lado, y vi al agua y a la espuma juguetear con la arena de la orilla. ¿Qué había sido aquello? ¿Había sido real?
-¡Iker!- un grito desesperado que se llevó toda mi alma con el, emergió de mi garganta, giré la cabeza hacia el otro lado, allí lo encontré, desnudo, acostado sobre un gran montículo de arena, inconsciente... ¿Dónde estaba su ropa? Me pregunté unas décimas de segundo, antes de que otra más importante la empujara a un segundo plano. Intenté levantarme pero las piernas flaquearon y caí estrepitosamente contra la arena, puse las manos sobre esta y comencé a arrastrarme unos metros sobre esa superficie arenosa hacia él. Al llegar a su lado mi cuerpo desconectó, y a pesar que tenía que saber con urgencias cual era el estado de Iker mi cuerpo dejó de responder, se encontraba en estado de shock, con excepción de mi corazón que comenzaba a latir a un ritmo vertiginoso, tan veloz que convertía a todo ese ser paralizado en sacudidas a su compás.
Contemplar su desnudez, un cuerpo en su estado puro, con el sonido del mar y de mi corazón como únicos testigos, era una tentativa, una nueva perspectiva de ver el mundo, de saber que para mi lo es todo, de saber que para mi ese ser que se haya desnudo ante mi es mi verdadero mundo.
Segundos después mi cuerpo al fin reaccionó; pero lo primero que hice fue acercarme más a su cuerpo, abrazarlo en su totalidad, y volver a besarle una vez más, era otro de esos impulsos vitales, una necesidad como respirar el aire. En su mano, traspasando la piel, emanó algo pequeño, delicado, blanco, tan blanco e impoluto como la nieve recién cuajada.
-¡Iker! ¡Iker!- exclamé a toda voz mientras golpeaba su cara- ¡Despierta!- continué gritando y golpeándole el rostro, pero no reaccionaba. Me levanté sin caer en la cuenta de que anteriormente las piernas me fallaron, pero está vez no lo hicieron, y fui a buscar agua al mar para echársela por la frente, pero regresé sin ninguna gota entre las manos. Tenía claro que en situaciones tensas no reaccionaba bien y actuaba absurdamente. Me detuve un segundo, inspiré todo el aire que cupo en mis pulmones, me relajé, y dejé que todo aquel aire exhalado se llevara todo aquel nerviosismo que no me dejaba razonar adecuadamente, y al siguiente fui corriendo a buscar el móvil para llamar a emergencias, lo encontré de seguida. Los sucesivos cinco minutos, aproximadamente, que tardó la ambulancia en llegar fueron los minutos mas largos, y más angustiosos de mi vida, hasta que finalmente percibí en la lejanía el sonido de la sirena, y segundos después el reflejo de sus luces, cuando me percaté de que aquello que anteriormente había emergido de la palma de la mano de Iker, aún permanecía postrado sobre ella, lo agarré y lo guardé en mi bolsillo.
La ambulancia llegó poco después, los tres sanitarios se dirigieron al cuerpo inerte y flácido de Iker. Le controlaron el pulso, lo tenía correcto.
-¿Qué ha pasado?- preguntó uno de ellos
-Ha perdido la consciencia
-Hasta ahí llegamos- satirizó- ¿Desde cuando?
-No tengo ni idea
-¿Cómo que no tienes ni idea?
- Porque yo también perdí la consciencia, y al despertarme el estaba como veis, tirado en el suelo completamente desnudo.
Bajaron la camilla, subieron allí a Iker, le ataron las correas, y lo introdujeron en el vehículo, detrás de él fui yo. En todo el camino que nos llevó hasta el hospital de Barcelona, el sanitario borde no cesó de preguntar sobre donde estaba la ropa de Iker, si tenía algo que ver el alcohol o las drogas, y por mucho que negará el seguía insistiendo, incluso me advirtió:
-Más te vale que no se encuentre en su organismo ninguna sustancia extraña o una tasación altísima de alcohol que lo haya inducido a un coma etílico, o que cuando despierte no te inculpe de nada, porque si no vas a pasarte una larga temporada en un hotel de cinco barrotes por tentativa de asesinato, ¿Te queda claro? Asentí tranquila, mientras el reía irónicamente a carcajadas, mostrándome al completo sus dientes de un amarillo casi anaranjado.
Mientras llegábamos llamé a Carmen y le informé de lo sucedido para que fuera al hospital lo antes posible. Estaba comenzándome a preocupar, más si cabe, que Iker continuara inconsciente. Minutos después de terminar de hacer me algunas pruebas, análisis, electros… Apareció con el nerviosismo habitual de una madre preocupada porque su hijo esta inconsciente, y la impotencia de no poder hacer nada.
Los días pasaban y él seguía sin despertar, habían sido arrancadas diez hojas del almanaque desde entonces. No habían habido noticias, ni evoluciones, ni si quiera avances en el diagnóstico.
Conseguí convencer, milagrosamente, a Carmen un día para que fuera a su casa a descansar, yo me quedaría con él. A medida noche desperté en el incómodo sofá, miré a Iker en la oscuridad de la habitación, y aunque no lo veía sabía que estaba allí: me levanté, caminé hacía él y me metí en su cama, apoyando la cabeza sobre su torso, y cerré los ojos. Mi respiración iba acompasada con la suya, mi mano temblorosa, ansiosa de contacto, recorrían su rostro, sus mejillas, sus labios tiernos…y descendieron por su cuello y por su pronunciada nuez, enlazando cada parte de su cuerpo con la siguiente, un perfil, un curva, una temperatura, un tacto… Di una salto desde el cuello hasta las rodillas, saltándome la bata blanca del hospital, y retomé mi camino por debajo de esta; las yemas de mis dedos se aferraron a cada milímetro de su piel desde la cintura, al abismo de su ombligo, al relieve de cada músculo, al pezón, y al volver a bajar descubrí al tacto una cicatriz situada en el pectoral izquierdo, era áspera y fría… era un poco más grande que la mía, que estaba situada en la ingle. Ahora no recuerdo como tengo esa cicatriz, ni siquiera recuerdo haberlo preguntado.
El reloj de la pared marcaba más los tics-tacs, tal vez fuera por el absoluto silencio, o porque yo estaba rozando el sueño, pero sus segundos eran más pronunciados, más ruidosos, más molestosos…
Sentí por un momento una presión en el brazo, me levanté bruscamente, y me acerqué a su cara, que aunque no la veía sabía que estaba allí.
-Iker, abre los ojos- le susurré al oído- No tengas miedo, yo estoy aquí- pero no reaccionó, lo volví a intentar, pero todo continuaba igual, desistí y me dije que había sido un impulso, un acto reflejo, y volví a apoyar mi cabeza en su pecho.
La intensa claridad traspasaba mis párpados, los levanté y descubrí que me hallaba en un lugar precioso donde el agua caía de una cascada hacía un mar plateado, mucho más espeso que un mar normal, en él se reflejaban dos hermosas lunas rojas que asomaban tímidamente en un cielo grisáceo.
CONTINUARÁ...

13 volátiles plumas:

Pluma de fuego dijo...

Alá, porque como querías más, pues tomar más...
Perdonar por los errores, que parece ser que el diccionario del Word me boicotea, según voy leyendo, o me avisan voy cambiando, aunque hasta el momento solo me han avisado de uno

Farfalla Dimora dijo...

Ahora la versión de ella...
Yo me pregunto qué será esa cosa blanca... mi mente es demasiado sucia y sólo piensa en una cosa, pero seguro que eso no es.
Que hayas publicado hoy no significa que deje de querer más...
¿Mañana otro? Anda... di que síiiii.
Brillante.
Mil besos

Silencios dijo...

Aquí existe algo que no me cuadra bien en el relato, deja que piense está noche y mañana regreso, Ummm.

POr cierto mañana MÁSSSSSSSS, estoy con Farfalla, nos tienes de un hilo suspendías...

Besos Rey

Samantha dijo...

Uy!! Está muy interesante!! A ver cuando puedo leer la siguiente parte!

uN SALUDO!

Ruth Carlino dijo...

!El hombre de las descripciónes sutiles!

!QUIERO MASSSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!

Besos.

Pluma de fuego dijo...

Farfalla jajaja, no, seguro que no es....
Mmmm... me parece que hoy no hay otro

Pluma de fuego dijo...

Silencios pues me encantaría saberlo, tal vez se me ha escapado algo

Pluma de fuego dijo...

Samantha gracias wapa ^^

Pluma de fuego dijo...

Ruth gracias amiga ^^

Silencios dijo...

No, no ... Es Perfecto, cielo.

Regrese a capítulos anteriores, para comprobar algo de Esther, Ay!!!

Me tienes enganchada, querido. Pero la edad no perdona y .... ssshhhh, ya!! que esto es otra historia, jajaja.

Sigue, porFi

BeRsus

Noelia dijo...

Pluma pero este capítulo dice menos que el otro!!! Eso no se hace!!

Quiero saber ya!! jajajaj

Besos

Noe

PD si seguís poniendo tanto suspenso y no aclaras voy a juntar a los seguidores de la historia y te hago un piquete a la argentina jajajaaj

Pluma de fuego dijo...

silencios ok, querida, era por si pasaba algo, lo miraba de solucionar y ya está, pero me alegro...

Pluma de fuego dijo...

Noelia jajaja, vuestros deseos son ordenes, lo siento...
jajaja