sábado, 1 de agosto de 2009

Valle Alto.- Capítulo 2

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CAPÍTULO 2.- Amanecer

El viento golpeaba bruscamente los cristales de las ventanas del número 23 de la urbanización Valle Alto, el cielo era negro casi en su totalidad, todo cubierto de nubes negras que avisaban de la proximidad de una fuerte lluvia. Uno de esos fuertes soplidos del viento hizo que crujiera el marco de la ventana de la habitación de Alejandro, e hizo que despertara del mundo de los sueños.
Miró el reloj digital que reposaba en su mesita de noche, varias rayas luminosas de color rojo marcaban un par de minutos por encima de las seis de la mañana. Exhaló un suspiro, sonrió, y se frotó la mano derecha contra los ojos, primero uno y después el otro, y estiró las extremidades. Sacó el pie derecho de la cama y lo apoyo contra el suelo, estaba helado, y lo volvió a introducir rápidamente en el interior de la colcha; se asomó desde allí e investigó la localización de las zapatillas de andar por casa. Se encontraban debajo de la cama, justo en la mitad de esta, se inclinó, metió los brazos y la cabeza entre el somier y el suelo, y estiró las manos… no llegaba, deslizó un poco los pies por la superficie de la cama para introducir un poco más de cuerpo, cuando la ley de la gravedad actúo y atrajo el cuerpo de aquel joven de apenas 16 años contra el suelo, y la cabeza se impulsó contra el somier. El suelo tembló al mismo ritmo que un estrepitoso sonido barrió toda la capa
-¡Ah!-gritó- me cago en mis… Maldita sea- colocó su mano sobre la zona dolorida, y cuando cayó en la cuenta de algo, se puso colorado; olvidó el dolor de inmediato como también de coger las dichosas zapatillas, y se levantó desde el suelo casi de un salto, miró hacía todas las direcciones, dentro del armario, a través del armario, etc… incluso barajó la opción de poner la habitación patas arriba para comprobar que no hubiesen cámaras ocultas que grabaran aquel episodio que tarde o temprano le pasaría factura, pero desistió la idea por estúpida.
Salió de la habitación, con las zapatillas puestas, efectúo una decena de pasos, se giró, abrió la puerta con delicadeza y la cerró de nuevo, era la habitación de Sergio. Saltó por encima de algunos objetos que se encontraba a su paso, calcetines, un par de libros, etc… Se estiró al otro lado y le comenzó a apalizar la modorra. Fue entrecerrando unos ojos que iban de un lado al otro. El sueño podía con él.
-Sergio- murmuró mientras le daba varios golpecitos con el brazo- es tarde
No recibió ninguna respuesta, optó por repetir el mismo proceso
-¡No!- respondió Sergio la segunda vez- ¡Cállate!
-Sergio- se preguntó como podía haber pronunciado esa palabra otra vez, la mano la tenía ya adormecida- tienes que trabajar
-Cállate una puñetera vez-gruñó- si no quieres volar escaleras abajo. Si quieres ir más temprano a mí trabajo y hacer horas extras por mí, coge el maldito coche, que las llaves están en el recibidor…-Alejandro ya no le escuchaba, estaba tronco- y no digas que es tarde, porque el despertador está siempre puesto a las 7:30 para que me dé tiempo a todo, incluso de ir a desayunar al bar de Sara, y tan solo son…-Abrió medio ojo y observó el despertador, o más bien el vació que había en el lugar, cerró el ojo, el peso del párpado rondaba la tonelada.
Paso un segundo, y otro más, y luego…


-Ahhhh!- un grito estridente salió de un cuerpo que se encontraba a varios decímetros de altura suspendido en el aire- ¡¡Que llego tarde!-Hasta ese momento había olvidado que él día anterior, de buena mañana, había estampado el despertador contra la pared. Cayó contra el colchón, Alejandro ni se enteró-Maldito, te dije que me despertaras - gruño saltó de la cama, y corrió despelotándose por el pasillo y se metió en el cuarto de baño.
Duró apenas diez minutos en afeitarse (con un par de cortes) y en ducharse, no sabía que hora era, solo que llegaba tarde, muy tarde. No encontraba ningún reloj, cuando las campanas de una iglesia algo cercana comenzaron a replicar, afinó el oído mientras contaba cada campanada con la mano. Terminaron y se miró los dedos, siete, solo habían siete dedos. Rezó porque no las hubiese escuchado todas, y cayó en la cuenta de que en la habitación de Alejandro había un reloj, tal vez el único, -está tarde compraré diez por lo menos,- se dijo. Subió serenamente las escaleras, marcando cada inspiración y cada expiración, relajándose a cada paso, pensando en pajaritos y cascadas o cualquiera de esas cosas que se usan para relajarse. Se introdujo a la habitación de Alejandro, dio pequeños pasos hacía la mesita de noche, cogió el reloj, marcaba un minuto después de las siete, suspiró dejó el reloj sobre la mesa, y salió de allí.
Alejandro seguía placidamente dormido, ingenuo de lo que le estaba sucediendo, mientras numerosos flashes destellaban en la habitación.
Un ligero sonido despertó a Alejandro, era el pitido del despertador que llegaba desde su habitación, se levantó, fue y lo apagó. Cuando se despejó un poco calló en la cuenta de dos cosas, la primera que su hermano no lo había apalizado después de haberlo despertado antes, porque al no encontrarlo en la cama, había supuesto que la broma había hecho que se levantara sobresaltado, sonrió, y la segunda que estaba percibiendo varios olores que no reconocía y no sabía de donde venían, lo dejó estar.
Cuando terminó de ducharse y vestirse para ir al instituto bajó a la cocina mientras se reía por lo bajo.
-Buenos días- dijo Sergio al verlo llegar
-Buenos días- respondió su hermano
-Hay zumo de naranja en la nevera-
Claro como has madrugado tanto, te ha dado tiempo-susurró Alejandro para sus adentros, y se le escapaba alguna que otra carcajada que no podía sujetar
Desayunaron tranquilos, y en ningún momento se comentó el tema de la broma madrugadora algo que a Alejandro le extrañó
-Ha sido buena la broma ¿verdad?-sonrió algo retraído
-Si- le devolvió la sonrisa- no ha estado mal
-¿No te enfadas?
-¿Por qué iba a enfadarme? Es una broma
-Porque te molesta que te despierten cuando no es la hora
- Eso no es verdad –corrigió Sergio
-¿Ah no?- soltó en tema irónico- Año 2001, primer día de 3º, con la señorita Pérez, te llamé diez minutos antes de que sonará el despertador, porque quería llegar a clase antes para coger el mejor pupitre, lejos de los macarras, y cerca de las ventanas, cogiste un cabreo que nos quedamos diez minutos en la esquina del colegio esperando para que llegase tarde. Año 2002 te desperté para que me llevaras a la parada de autobús que me iba de excursión de excursión, me quedé sin excursión. 3 meses después para ir a comprar un coche que era principalmente para ti, estuviste un mes sin comprarlo
-¿Pero a que jodió ir andando?-susurró
-¿Qué?
-Que no puedes catalogar a una persona de tener un mal despertar con solo tres insignificantes veces
-Llama a tu jefe y al instituto que hoy no vamos, y ponte cómodo que va para largo.
-No serán tantas
-Año 2002 el…
-Vale, vale- le interrumpió- lo asumo, tengo un mal despertar
-¿Mal?-
-Bueno, terrible-corrigió
-Mejor
-Pero hoy me lo he tomado bien- sonrió
-¿En serio?
- Si- respiró-
-Me alegro
Alejandro desvió la mirada, entonces Sergio quitó la sonrisa algo falsa y colocó la de venganza, está le era natural –Te vas a cagar-pensó, cuando Alejandro le volvió a mirar y tuvo que volver a colocar la sonrisa forzada
-¿Estás bien?-preguntó Sergio
-Perfectamente- respondió Alejandro-¿Por qué?
-Porqué tienes la frente colorada-
-No es nada- respondió- me abre rozado con algo- y giró la mirada
El reloj marcaba las nueve, hora en la que Sergio salía a trabajar.
Pocos días después de cumplir los dieciséis, Sergio dejó los estudios por dos motivos, porque se aburría solemnemente estudiando, y porque ya tenía edad para trabajar. Él siempre decía que pese a aburrirse había sacado muy buenas notas, y que eso tal vez porque en un periodo de su época era un superdotado colocado en un nivel inferior al suyo, Sergio y Alejandro siempre se reían, porque ambos sabían de sobras que el pasado de Sergio tenía capítulos enteros, de gamberrismo, drogadicción, robos, alcoholismo y un largo etc…
Pero cumplió los dieciséis y quiso vivir la vida a su manera, se puso a trabajar en un supermercado que aunque le pagaban una miseria le daba para pagar un piso compartido con un par de chicos, y para algo de comer. Dejó de meterse en follones, no tenía dinero para ello.
Se tiró tres años más en ese lugar, no le gustaba, pero era la vida que con esa edad quería tener. Lo que no sabía que en ese mismo momento, pasados tres años, la vida de la que huyó volvía para destruir la que tenía por aquel entonces, todo cambió por completo, nunca nada volvió a ser igual.

Cogió el maletín que tenía sobre la silla, se acercó a Alejandro y le plantó un beso en la frente a Alejandro que estaba con la mirada fija en una noticia del informativo matutino, y con un café en la mano, era adicto a él.

Sergio abrió la puerta, y se encontró un bulto recubierto de mantas en el felpudo, no había forma de saber donde estaba la cabeza. Miró al horizonte, entró en la casa de nuevo y fue a la cocina, Alejandro le miró dubitativo, mientras Sergio cogía una escoba

-¿Qué haces?- se sorprendió Alejandro
- Coger una escoba ¿No lo ves?
-¿Para qué?
-Para barrer- sonrió Sergio
-Ay que idiota soy- se golpeó la cabeza- y yo que pensaba que la escoba era para saltar a la comba
-Este niño es tonto-lanzó un murmullo, se volvió- haber explícamelo ¿Cómo vas a saltar a la comba con una escoba? ¿Esas tonterías dices en el instituto? ¿Tú que te piensas que tus brazos ruedan o qué?- se cayó un momento-¿Puedes hacerlos rodar? Porque si lo sabes hacer nos forramos. Primero pido una paga al gobierno por ti por que muy fino no estás, y después te vendo a un circo rumano- Alejandro suspiro y se puso a ver una pequeña televisión que había en la cocina- o chino, o mejor italiano, sea como fuere, ya que hay negocio venderé tu cuerpo que con 16 años estás apunto de llegar a tu edad más espléndida.
-Maldita sea la hora en la que se me escapó la ironía
-Haber-se puso ambos dedos índices en las sienes- estoy seguro que la mujer barbuda pujará por ti, pero no hay que olvidar que los enanos querrán carne joven
-Vas a llegar tarde a trabajar- advirtió Alejandro
-Que más da si no voy a trabajar nunca más, tú me vas a mantener el resto de tu vida- sonrió ante el gran plan que tenía en su mente cuando le llegó la gran inspiración- ¡Ostras! que no se me había ocurrido, te venderé al elefante
-¿Y como se supone que me vas a vender a un elefante?- preguntó desganado.
-Tú no te preocupes por eso que yo soluciono el asunto, y yo de ti y me preocuparía de otra cosa
-Haber ilumíname ¿De qué?-alzó la mirada y vio a su hermano con las manos en alto, no hizo falta nada más
-¡¡Agh!! Que asqueroso eres
-Te va a desfondar-y comenzó a reírse a carcajadas
-¿Ya se te ha pasado la crisis neurótica?
-Si-respondió- ¡Oh! No, no…
-Deja de imaginarme violado por un elefante
-Si no es por uno, es por dos-sonrió- ¡Dios! que flexible eres, y ¿como te puede caber todo eso?
Tras varios segundos
-¿Ya?
-Ejeje-
Bufó Alejandro
Está vez dejó pasar casi un minuto, Sergio llegaría muy justo a trabajar, pero estos inicios del día le alegraba todo lo que le quedaba de día, y el siguiente
-¿Y ahora?- preguntó Sergio
-Si
-¿De verdad?
-Si
-Mira que tienes imaginación, que cuando te das cuerda no paras- se descargó Alejandro
-¿Me estás llamando niñato?-
-Si
-Mira, si viene Dumbo con su familia al completo, no sabía volar pero estoy seguro que…Oh! Si- y volvió a poner las manos en el aire, marcando una medida
-Vale, ya vale, no eres un niñato
-¡Dumbo dame tu teléfono! Por si acaso…
-¿Qué haces con la escoba?- preguntó una vez más
-¿Otra vez?-resopló Sergio
-De acuerdo, perdón, pregunta mal efectuada ¿Qué vas a barrer con la escoba?
-Iba a saltar a la comba, ¿se puede barrer con esto?
-Eres insoportable-Sergio no paraba de reírse, incluso se le caían alguna que otra lágrima
-Hay un problema enorme, en la terraza,- esperó que Alejandro preguntara pero se había quedado en el segundo round- no sé si es un vagabundo- Alejandro se volvió con los ojos bien abiertos- o si es un gusano, aunque estoy convencido de que lo que es, un capullo integral con mantas en su cuerpo en vez de seda
Alejandro se levantó, no había caído en la cuenta de su otro hermano, y salió corriendo en su búsqueda
-No corras tanto que es mío- gritó Sergio- yo lo vi primero
-Cállate enfermo
-Simba- gritó Sergio mientras traspasaban la cocina
-¿Simba?
-En la primera película del Rey León, Dumbo visita a Simba, son amigos del alma, y le ha llamado, vamos que tiene el día libre y se ha apuntado a la orgía
-Lo jodido es que te lo crees y todo
-Y se toman un vermouth y unos panchitos observando como gateas y que no te podrás sentar en un año
Sergio intentó hacerle varias zancadillas a su hermano, y esté a su vez le tiraba casi todo lo que encontraba a su paso, cojines, el mando de la tele, etc… pero llegó antes a la puerta, un par de pasos antes, y la abrió
Sin duda era su hermano mayor, Ángel, escondido tras numerosas capas de mantas intentando paliar
-Ángel ¿Qué haces aquí?- estaba temblando de frío, no respondió
-Tú- gritó un par de veces Sergio, con el respectivo golpecito con la escoba, está vez si que despertó sobresaltado-¿Qué haces aquí?
-No podía dormir en el sótano- explicó
-¿Por qué?- preguntó Alejandro
-Por el maldito mapache, con esos ruiditos, como va mordiendo todo
Sergio dudó haber escuchado lo que había escuchado, si, lo ha dicho, pensó
-¡Jajaja!
-¿De que te ríes?-preguntó X se levantó
-No existe ningún mapache
-Claro que sí, yo lo he escuchado
-No sé que habrás escuchado, pero no existe, es lo que le decía a Alejandro para que no fuera solo al sótano
-Es verdad
-Os juro que lo he escuchado
-Y en todo caso-preguntó Sergio- ¿eres incapaz de haber llamado y te abro la puerta?- se volvió y se fue al coche para ir a trabajar
-Créeme, has hecho bien-pronunció Alejandro al oído de su hermano que entraba en casa, para entrar en calor.
-Te he escuchado-gritó Sergio- y compra mucha vaselina que también están invitados la Bestia, Timón y Pumba, y Pinocho, que es un niño, pero tiene una pedazo de nariz. Haber de donde sacó yo preservativos de ese tamaño

8 volátiles plumas:

Pluma de fuego dijo...

No he puesto imagenes, porque si no ya saldría el post muy largo...qu elo disfrutéis, y al menos os saque una sonrisa

Farfalla Dimora dijo...

Prometo que me leeré el post anterior a este... pero ya lo hare el lunes... (familia en casa y no tengo tiempo ni de respirar casi...)
Un beso

Pluma de fuego dijo...

jajaja, no te preocupes, jeje, aqui lo tienes

Susy dijo...

Yo los imprimiré y llevaré en la cartera, en el bolso no, que pesa mucho.
Gracias por tu visita y un abrazo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
SUSURU dijo...

muy original!!!
saludos

Pluma de fuego dijo...

Susy jeje, vale, gracias por visitarme

Pluma de fuego dijo...

Susuru gracias por tu opinión ^^