viernes, 21 de agosto de 2009

Plumas de fuego.- Prólogo (5ª Parte)

Si te has perdido la historia desde el principio, o quieres leer cualquier capítulo de Plumas de fuego pincha AQUÍ

Si quieres leer los capítulos de otras historias (Valle Alto, De mis Entrañas o Colores) clicka en las imagenes de la barra de la derecha cuyo título sea ese.

Para cualquie consulta, duda o sugerencia, enviar un email a detras_de_la_luz@hotmail.com
....................................................................................
-RECORDANDO.... PLUMAS DE FUEGO

- Kiar está viviendo en la oscuridad desde que su familia lo abandonó, luego lo hizo Swen, ahora solamente vive allí con la soledad
- La señora Clink le da una carta del CSA (Consejo Superior de Ancianos) en lo que le reclaman para un misión bajo pena de muerte
-Kiar recuerda que último día que vió a Swen este tambien había recibido una carta del mismo consejo
- Kiar va al edificio Shadows como mencionaba la carta, y después de pasear por varios pasillos nauseabundos, hasta que al traspasar una puerta, se enciende una alarma. Rápidamente se crea un gran revuelo. Kiar es llevado a una sala acristalada, protegida por varios guardias. Es posible que corra peligro. Los guardias pasan corriendo con sus armas por delante del cristal, después de horas la alarma se apaga, y aparece Swen con un bebé en los brazos, Kiar siente un escalofrío, no entiende nada, solamente que Swen y el bebé están en peligro, posiblemente él también lo esté.
..................................................................
AHORA...
......................................................................................................

Toda aquella tensión acumulada, aquel miedo, aquella situación incomprendida, no iban a desvanecer mis ansias por cambiar de aires. Era el impulso que necesitaba para vivir, para dejar atrás el dolor, para abandonar la soledad, era una nueva oportunidad. Las alarmas se volvieron a activar.
Varios de los guardias que habían abandonado la sala acristalada minutos antes, regresaron exhaustos y sudorosos, y permanecieron varios minutos en la misma posición de vigilancia que anteriormente, quizás estaban allí por si acaso Swen y el bebé volvían.
-Vas a tener que dormir aquí- informó Ethan deformando la figura semicircular.
-¿Dormir? ¿Aquí? Todavía no sé ni para que me llamaron- espeté molesto por la falta de información.
-Mañana lo sabrás todo- contestó- ten paciencia, hoy no puede ser, hay un peligrosísimo individuo merodeando por el edificio
¿Peligroso, Swen? ¿Qué había hecho? Me pregunté, y comencé a tener pánico de estar en el bando equivocado, a temer por mi vida ¿Hasta donde estaba dispuestos a llegar?
-¿Quién es?-disimulé- ¿Y porque es peligroso?
-No podemos darte esa información, es confidencial, ni siquiera la sabemos nosotros, solo recibimos ordenes de capturarlo con vida para evitar graves daños al país.
Estaba totalmente desorientado, ¿Swen problemático? Si había algún adjetivo que no pegaba en absoluto con Swen era problemático. ¿Y si lo estuvieran buscando por haber desertado de la misión de la carta? Era lo único razonable, y aún con esas me parecía realmente extraño ver a Swen con un bebé en brazos correteando por la boca del lobo.
Swen tenía aproximadamente cuarenta años cuando se fue, así que ahora rondaba la cincuentena, y a pesar de eso, del transcurso de diez años, lo había encontrado exactamente como la última vez que lo vi. Aquel hombre fornido, era de una estatura media, su pelo era negro aunque tenía varias zonas que iban caneando, siempre fue amable con todo el mundo, risueño, vital…
Al cabo de varias horas, el sonido, el juego de luces rojas, y el correteo de cientos de guardia se disiparon para alivio de mi cabeza, y ante esa señal de calma tras la tormenta, otra se despertó en mi interior, no sabía si lo habían atrapado con vida, si lo habían matado acribillado a balazos, o había escapado.
-Vamos, que por hoy ya nos hemos retrasado demasiado- comentó uno de los guardias
-Finalmente vas a tener suerte, no vas a tener que dormir aquí- me informó Ethan.
Regresamos a la sala en la que nos habíamos quedado antes de que saltara la alarma. El olor del pasillo anterior seguía golpeando, pero en esa sala había algo más, un olor diferente, incluso mas adherido al aire, olía a sangre seca en grandes cantidades, o algo parecido, pase la sala corriendo, otra vez, tan rápido como pude.
Me incliné para poder respirar mejor, y al alzar la cabeza, reparé que allí, a escasos metros de mi, se encontraban cinco guardias al que se les unió Ethan, y un anciano vestido con una túnica de un blanco impecable y un sombrero de pico morado. Su cara estaba oculta con un pañuelo de seda negro, aunque aquella intensa mirada de ojos verdosos y muy rasgados evidenciaba la peligrosidad del anciano que debía ser uno de los miembros del Consejo
-Bueno Kiar- aplaudió- por fin ha llegado tu oportunidad- murmuró
-¿Mi oportunidad para qué?
-Para ser feliz-sonrió maliciosamente- que realmente si alguien lo merece eres tú, después de todo lo que has pasado, después de que tus padres y tus dos hermanas pequeñas se fueran sin tí, del abandono de Swen, y lo más importante, después de…
-¡Cállate! Como se te ocurra pronunciar esas palabras te mato, te lo juro
-Pues venga Kiar, que ya hemos perdido demasiado tiempo por hoy, apresúrate ha meterte en la cápsula…--buscó entre alguno de los papeles que tenía en la mano- número cinco-La sala estaba llena de capsulas esféricas, debían haber entre veinte o treinta, todas estaban perfectamente numeradas.
-¿Qué ha pasado con aquel hombre que perseguían los guardias por los pasillos?- pregunté con descaro
-¿Qué hombre?
-No me venga con tonterías- pronuncié con cierta brusquedad- con todo ese tiempo en el que la alarma ha estado sonando, seguramente todo el edificio se haya dado por enterado- los guardias encontraron mis palabras amenazantes, o cuanto menos peligrosas, y venían hacia mi, el anciano los detuvo con un gesto con la mano
-Kiar, ves al grano ¿Qué quieres preguntarme?- gritaba violento mientras se aproximaba a mi- ¿Si Swen, aquello hombre que hombre que cuidó de ti tanto tiempo sigue vivo?- asentí, cuando un sudor frío comenzó a descender desde la nuca hacia la espalda, y un dolor ardiente, metálico, me perforó el pecho- El que no tiene que venir con tonterías ni con actitudes chulescas es usted, así que métase de inmediato en la cápsula número cinco.
El dolor aumentaba, varias y diminutas descargas se paseaban por mi pecho y por mi abdomen, bajé la mirada, en mi pecho tenía clavada horizontalmente medio cuerpo de una daga que el anciano empuñaba. La sangre brotaba rápidamente y se deslizaba por toda mi piel hasta caer en un pequeño charco en el suelo.
-Ahora ya no depende de mí que sigas con vida- emitió con sarcasmo el anciano- si quieres vivir sube de una maldita vez a la capsula.
-Iba a subir de todas formas- grité con la mano sobre la herida- no hacía falta llegar hasta este punto.
Me di la vuelta, noté que algunas lágrimas se paseaban por mis mejillas, tal vez era impotencia, tal vez dolor, tal vez ambas. Subí unas escaleras de aluminio y me introduje en la cápsula metálica de color dorado con el número cinco dibujado en negro. En el centro de esta había una pequeña ventanilla.
Al sentarme en el asiento, la compuerta de la capsula comenzó a cerrarse con un sonido de aire comprimido liberándose rápidamente. Ya no había vuelta atrás, ya no había otra opción, si es que alguna vez la hubo. Cuando la compuerta estaba por la mitad de su trayecto, un papel cayó de uno de sus engranajes hasta el suelo, esperé con disimulo hasta que la puerta estuviera cerrada por completo; en ese mimo instante, un insoportable ruido emanó de la capsula, y aún así conseguía escuchar las voces que hablaban fuera. Allí dentro sentía una especie de claustrofobia. La capsula era muy pequeña y estrecha, apenas podía colocar bien los pies. Esperé a que llegara el momento idóneo, y me incliné velozmente a coger el papel que se había caído. Era una hoja doblada en cuatro partes, la desdoblé y comencé a leerla.
Querido Kiar:
Ya sé que esta no es la mejor manera de explicarte algunas cosas, aunque si finalmente has encontrado esta carta, te quedará poco tiempo para leerla.
-Señor, quedan treinta segundos- había escuchado que comenzaban una cuenta atrás.
No tengas miedo de nada, todo estará bien muy pronto.
Me hubiese gustado haber tenido tiempo para poder explicarte algunas cosas como es debido, pero ahora creo que es mejor así, que al menos sigas teniendo una ínfima parte de toda esa inocencia que tenías cuando me fui, y que alguien te está tratando de arrancarte violentamente.
También me hubiese gustado poder despedirme de ti como es debido, al igual que la otra vez, pero no pudo ser, espero que me perdones, y si no lo haces, tengo la esperanza de que al menos algún día lo comprendas
-Quince segundos- llegaba tan crucial y desconocido momento, mi corazón impulsaba todo mi cuerpo- esta todo preparado.
Lucha por tu felicidad, y por los que te rodean, sueña, nunca dejes de hacerlo, tengo confianza en ti, sé que siempre harás lo correcto, lo que te dicte tu corazón
-Quedan diez segundos- tenía claro que iba tener tiempo a terminar de leerla, era imposible, y aún así no podía dejar de hacerlo
-Eres pura bondad…
-¡Siete segundos!- gritaba una entusiasmada voz ronca en el mismo momento que una luz casi cegadora explotó de la nada. Cambié la carta a la mano de la herida, y la volví a llevar a esta. La otra mano la apoyé contra el cristal para intentar ver algo.
La puerta se abrió y una persona con una túnica de color negro avanzaba hacía el grupo.- seis segundos- forcé al vista para averiguar de quién se trataba, ¿Tal vez fuese Swen? Aquella persona tenía un sombrero de pico dorado, y la cara también tapada por una tela. Solo se le podían ver unos ojos que tenía constantemente cerrados, aunque durante un breve instante los abrió
¡Esos ojos! ¿De que me son familiares?
-¿Es necesario que traigas eso?- le recriminó el anciano
- Para lo que importa, tampoco se acordará- me costó mucho más trabajo escuchar lo que decía, por su tono de voz tan suave y frágil.
-Cuatro segundos- aquella voz conseguía ponerme cada vez más nervioso. Seguí examinando al nuevo miembro presente en aquella repugnante sala, y pude observar que tenía algo sujeto con su mano.
-¡Tres segundos!- no, por favor pensé
-Esperar un momento- grité. Ni se enteraron
¿Era una cabeza? ¡Dios! Tenía la cabeza de una persona en su mano sujeta por el pelo
¿De que me sonaba esa cara? ¿Quién era esa persona? ¿Y de que me conocía?
-¡Un segundo!-Agudicé al máximo la vista, rezando de que ese segundo fuese el mas lago de la historia, o simplemente que esa dichosa máquina no funcionase, pero todo empezó a dar sacudidas de un lado al otro, mi cabeza golpeaba constantemente contra el cristal de la cabina, pero ese segundo consiguió arrancarme varias lágrimas, un suspiro, una puñalada en el corazón, como si la daga hubiese ascendido varios centímetros, el alma, la inocencia, la vida, al descubrir que aquella cabeza, era la cabeza de…


Final Prólogo


7 volátiles plumas:

Pluma de fuego dijo...

Supongo que ahora, estaréis muertos de la intriga, jeje, pero bueno. Quería deciros que he intentado satisfacer las peticiones que amablemente me habéis hecho llegar, espero que ahora esté todo más claro, aún así, si es el caso contrario, espero que volváis a decírmelo.
También quería deciros que en cada post pongo mi email, para las dudas, las sugerencias, etc... y quería deciros que más que nada lo hice por Plumas de Fuego, que es la historia que tiene mas trama, más acción etc...
¿Y porque digo esto? Porque ahora empieza realmente lo bueno, y preparaos!! Y como al principio hay que habituarse al cuerpo de la historia, si tenéis alguna duda preguntar, que las responda es otra cosa, en serio, poco a poco os iréis acoplando a ella. Sobretodo en lo que va a ir sucediendo al principio. Por cierto dentro de dos dias, hay nuevo capítulo de Plumas de Fuego
" No os creáis lo que hay ante vuestros ojos, pues hay realidades que se ocultan en la sombras esperando el momento idóneo para salir al acecho. No creáis lo que llegáis a pensar, es mucho más fácil de lo que os imagináis engañar al cerebro humano, falsas palabras, sentimientos ilusiorios, espejismos..."

Farfalla Dimora dijo...

¿¿¿¿¿DE QUIÉN ES ESA CABEZAAAAAAAAAAAAAA????? ¿Y tú pretendes que yo duerma tranquila hoy? ¡¡Pero cómo voy a dormiiiiiiir!! ¡¡Ya tenías que tener publicado el capítulo uno!! O mejor aún, ¡¡ya tenías que tener publicada esta historia en libro!! Así yo podría comprármela y estar toda la noche leyéndola :).
Genial el retalo, como siempre.

PD: muchísimas gracias por el pequeó resumen del principio. Eres un encanto.

Un beso

Noelia dijo...

Aquí estoy y luego de una recorrida esta vez no me perdí jajajaj

Me encanta, es una historia distinta a las q estoy acostumbrada, me gusta como pintas el mundo de Kiar es extraño me llama la atención que salvo la anciana no hay mujeres y Swen tiene un bebe, hay un lindo misterio ahí, el título del cuento también me llama la atención porque todavía no lo relaciono con la historia bienn me gusta!!!

Saludos
Noelia

Samantha dijo...

Que ganas de leer la historia entera!!

Pluma de fuego dijo...

Farfalla la verdad es que esta historia la tengo muy adelantada...
Muchas gracias, y la verdad que es el Prólogo, uf... es que no puedo contarte nada jajaja y me tengo que morder la lengua

Pluma de fuego dijo...

Noelia, me alegro que no te hayas perdido jajaja, por cierto a lo de que solo haya una mujer en Kiar, es un objección muy buena, ya sabrás porqué, desde luego hay mas mujeres, pero... xD. Bueno, es normal que el título aún no lo relaciones con la historia, pero ya lo relacionarás. tranquila, lo de Swen si es un misterio, bueno ahora mismo, todos lo son, pero ese es importante

Pluma de fuego dijo...

Samantha, lo siento jeje, ya te enganchó xD